Semanas blancas

Según el diccionario panhispánico de dudas, entrenar es: ’ejercitarse para practicar una actividad, especialmente un deporte’. Pues últimamente lo único que se aproxima a lo que he estado haciendo es desentrenar (si existiese el término). La guinda la puse la semana previa a la media de Santa Pola en Formigal, completando una semana en blanco del todo. Ni una sesión de entreno, pero ya estoy hecho un artista en las pistas rojas.

Ese que está ahí camuflado soy yo, lo prometo, con la fotógrafa oficial del blog, que esta vez estaba posando para enseñar su gorro nuevo.

Así que la media fue justo como tenía que ir. El 10 de enero estaba firmemente convencido a agarrarme al globo del 1h35´ y cuando en la carrera me pasó me pareció que seguir ese ritmo era tan factible como tratar de seguir el ritmo de Julio Rey, y opté por el plan B: Rodaje largo a ritmo cómodo. Total, casi 1h45´, mi segundo peor tiempo.
No quiero olvidar un último detalle. Como el sábado era el cumpleaños de una amiga, a las dos de la mañana todavía estaba en Murcia, aunque eso si, cumpliendo el consejo de la Runners de tomar unas cervezas para dormir mejor la noche previa a una carrera, vamos, que solo me faltó salir a correr con botas de fútbol.
Al menos esta última semana he recuperado algo de fundamento y he completado todos los entrenos previstos, incluyendo dos sesiones de piscina de 3000 metros y una salida de tres horas de bicicleta (son los remordimientos, que hacen milagros)


P.D. Cumpleaños feliz, Ruymancito. Hay que ver que mayores nos estamos haciendo...