No me gusta el duatlón

Y saber que tengo que correr a menos de 4 minutos el kilómetro para no llegar en el furgón de cola me estresa.
El sábado llegué a San Pedro porque no encontré la más mínima excusa para no hacer el duatlón; a principio de temporada me propuse públicamente a hacer algunos duatlones y si no empezaba ya, me iba a tocar hacerlos de montaña, que ya es lo que me faltaba, cuestas de mountain.
Así que empecé a correr y resultó que el primer 2500 lo hice en 9 minutos sin ir excesivamente forzado (hasta llegué a intercambiar unas frases con Fran) y al final terminé el primer sector en menos de 19 minutos, vamos, corriendo endemoniadamente.
Después de una transición bastante mala, se me escapó la gente con la que entré en boxes, por lo que en vez de forzar para pillarlos dediqué los primeros metros a recuperar el aliento y beber agua, hasta que me pilló alguien y me pude enganchar a su ritmo, unos 41km/h muy majos, que hizo que pillásemos al grupo de Fran justo antes del punto de giro. Por cierto, en este punto la brisa agradable que parecía empujar ligeramente se convertía en algo parecido a un huracán cuando salías de la rotonda.
Pero extrañamente, teniendo en cuenta mis precedentes ciclistas, casi no me ha molestado en todo el sector, en el que el grupo se fue haciendo más grande hasta llegar a unos 20(a casi todos los pillamos, menos el grupo de Ángel que nos pilló en la segunda vuelta).
Pues durante todo el sector me lo he llegado a pasar bien. El verme capaz de estar en el grupo, y llegar a estar tirando algún rato me hace pensar que hasta estoy mejorando en la bici. Una única espina: Al principio de la cuarta vuelta han saltado del grupo Ángel y otros dos ciclistas; me ha pillado medio distraído en la parte final del grupo, y cuando he reaccionado ya no he podido llegar hasta ellos. Creo que por fuerzas habría llegado (algo a tener en cuenta en la próxima).
Después, la segunda transición ha sido ya tirando a catastrófica. He sacado los pies demasiado pronto y me he quedado en la parte de atrás del grupo (otra vez).
Al final, y después de mis típicos calambres en los gemelos, tampoco me puedo quejar del último sector (10 minutos) para un total de 1h04´, 6 minutos y medio mejor que mi anterior experiencia “duatlonera” (que tenía las mismas cuestas que San Pedro), y sobre todo, con unas sensaciones de diversión impensables.
Pero no cambio el título del post.